sábado, marzo 29, 2008

Mendoza presiona, Medina manda

http://www.aneca.es/active/active_verifica.asp
... Ayer se revolucionó una parte de nuestra UMU conforme corría, como pólvora (luego veremos que mojada), la noticia que el Sr. Mendoza filtraba interesadamente a El Faro. Y digo interesadamente porque desde luego, para el conocedor del sistema Verifica de la ANECA, y según fuentes bien informadas me cuentan, lo que sí es posible que la ANECA le haya enviado o comunicado son alegaciones de forma, no de fondo. Y desde luego, nunca el visto bueno, que corresponde al Consejo de Universidades. Así que, la maniobra de ese señor desde luego no puede sino calificarse de intoxicación y de volver a la presión. Se ve que con una semana de pasión, ¡no tiene bastante el hombre!.

...Lo que también riza el rizo de lo increíble respecto a lo anterior, es que los dos rectores de verdad que tenemos en Murcia, Faura y Cobacho, no hayan recibido, como su colega de pega* de la privada, noticias sobre el estado de los títulos que cada uno envió, Arquitectura y Farmacia o Comunicación Audiovisual respectivamente, por citar los de más relumbrón. Y esto también lo sé de buena tinta.

...Pero está bien lo que está bien. El Sr. Consejero de Educación, Dr. Medina Precioso, vuelve a dejar las cosas claras cuando le vuelve a requerir a la privada sus recursos humanos, materiales e inmuebles. Este último haciendo referencia a la exigencia legal de que necesitan su propia clínica (u hospital diría yo) y que no pueden usar los recursos públicos, que son de la universidad pública.

... Por lo que estén tranquilos. Todavía, no.

* de pega: ni catedrático, ni siquiera ayudante, ni electo.

miércoles, marzo 26, 2008

Los retos de Bolonia

... José Joaquín Mira Solves es Profesor de Psicología Social en la Universidad Miguel Hernández y en razón de su cargo en la ANECA (agencia de evaluación que verifica los futuros planes de estudio, entre otros asuntos) ha hecho unas interesantes declaraciones en Diario Médico, que merecen ser leídas.

... Los puntos importantes que me gustaría señalar son (en itálica, mis comentarios):

  • "Mayor flexibilidad para cada centro (esto es verdad), mayor integración formativa (ya veremos) y, sobre todo, planes de estudio que engloben y atiendan las verdaderas necesidades académicas del estudiante de Ciencias de la Salud (así debería ser)".
  • "Adaptación de los programas docentes a las necesidades del alumno" (atención, este es el verdadero factor limitante, si se me permite el símil enzimático!): supone "un reto trascendental" para las titulaciones de Ciencias de la Salud en su proceso de adecuación a las directrices de Bolonia.
  • "Hay que replantear la simbiosis entre el hospital universitario y la institución académica, para que el estudiante aproveche al máximo su estancia en el centro médico, valorando si ha adquirido las destrezas y habilidades que se esperaba que adquiriese" (el papel de los Decanatos y las Direcciones de los Hospitales es esencial en esta nueva etapa).
  • "hay que ir hacia una enseñanza integrada, que busque las necesarias sinergias entre ciertas materias, para que se puedan evaluar de forma conjunta" (este es otro de los puntos fuertes).
  • En suma, pasar de un sistema basado en la enseñanza unidireccional a otro centrado en el aprendizaje activo "exige mayor implicación del alumnado, y ése es otro de los cambios necesarios para adaptar las titulaciones de Ciencias de la Salud al Espacio Europeo" (y aquí, el alumno por venir, ánimo chicas y chicos en bachillerato!).
... A ver si lo hacemos bien!

jueves, marzo 20, 2008

Hacia un cambio en la Universidad (Por Jesús Abenza, alumno de 6º de Medicina)

Szasz y Hollender, teniendo en cuenta el grado de actividad y participación de médico y paciente en la interacción, describen tres niveles o modalidades de relación médico-paciente (o enfermo), la clásicamente denominada RME:

  • El nivel 1, de "actividad del médico y pasividad del enfermo", es el tipo de relación que se produce en situaciones en que el paciente es incapaz de valerse por si mismo.
  • El nivel 2, de "dirección del médico y cooperación del enfermo" (o relación paternalista) El médico dirige, como experto, la intervención adopta una actitud directiva, y el paciente colabora contestando a sus preguntas, dando su opinión, y realizando lo que se le pide.
  • El nivel 3, de "participación mutua y recíproca del médico y del paciente" (o relación adulto-adulto). El prototipo de relación que establecen es el de una cooperación entre personas adultas.
Comentaba el otro día con algunos profesores que el alumnado actual tiende, generación tras generación (o mejor dicho: promoción tras promoción) a desvincularse de la propia Facultad. De tal forma que, muchas veces, el propio alumno desconoce cómo se organiza su Facultad, su titulación, su plan de estudios, sus prácticas. La mayoría del alumnado desconoce lo que su Facultad podría (y debería) hacer por y para él, tanto en materia de servicios académicos como extraacadémicos.

Recuerdo que en mi segundo año de Medicina me convocaron urgentemente a una votación para la elección del Decano. No tenía ni idea de que yo tuviese voz/voto en tales asuntos. Cuatro años después, sé que la Junta de Facultad no es una mera reunión, sino que en ella se tratan temas de vital importancia para el alumnado. De ahí la importancia de que los alumnos estén representados y se vean implicados en los mismos; pues son ellos, en última instancia, quienes tendrán que padecer/disfrutar los resultados.

Hace algunos años tuve un profesor de Fisiología Humana (del cual espero que, en unos meses, me imponga la Beca como Licenciado en Medicina) que cambió mi forma de ver la carrera: “Que la universidad pase por tí y que no sólo pases tú por ella”, me dijo y me repitió cada vez que me veía. Quiso decir, a mi entender, tres cosas:
  • Que me empapase de todo el conocimiento y saber posible, no como un “estudiante papagayo” (que estudia y escupe la materia en el examen) sino que aprendiese todo cuanto pudiese, pero que lo aprendiese bien y de forma útil para mi trayectoria profesional y humana.
  • Que no me conformase con aprender Medicina, que aprendiese de todo. ¿Por qué, con qué finalidad? Pues para formarme íntegramente como persona.
  • Que mi paso por la universidad fuese fructífero en cuanto a resultados. Y no sólo académicos, que no siempre dependen de cuánto y cómo estudies una asignatura (existen ejemplos imperdonables de cómo un profesor, con su examen, trunca las aspiraciones de toda una promoción de alumnos). Sino también extraacadémicos: promover (en palabra y obra) mejoras, cambios, propuestas, soluciones… implicarse en la planificación del curso, en los planes de estudios, etc.
Pasamos nuestra juventud intelectual en la universidad, por ende, es el momento de formarnos plenamente en todas las esferas de la personalidad y de la capacidad intelectual. Ciencia, arte, literatura, política, debate… todo tipo de conocimiento (así como los medios en base a los cuales adquirir este conocimiento) tienen cabida en la universidad pública.

Ésta es la gran asignatura pendiente de la universidad pública: recuperar el papel activo y primordial del alumno como motor de la educación. Esto es lo que pretende el nuevo plan de estudios (la Convergencia Europea).

Sabemos que el alumnado es un ente que actúa a expensas del resultado que se le exige; no es un colectivo que piense, prioritariamente, en estos menesteres extracurriculares pero tan o más importantes para su formación como cualquier seminario o clase magistral. Podemos asumir que, ahora, la piedra está en el tejado de los docentes…

Volvamos de nuevo al inicio de este artículo, a los modelos de RME, sólo que ahora el médico es el docente, y el paciente es el alumno.

¿Sabrán (y querrán) los docentes amoldarse a esta nueva situación o, por contra, seguirán su actual proceder basado en planes de estudios extintos e inoperantes? ¿Se involucrará el profesor en la ardua (y, a corto plazo, desagradecida) labor de implicar al alumno? ¿Y los alumnos, responderán a su nuevo rol –más participativo y exigente- o seguirán “pasando por la universidad? ¿Cambiará la relación contractual de medios, a veces paternalista (y otras veces despótica) hacia un modelo contractual de fines, más cooperativa y lógica entre adultos?

Todos debemos tener clara la siguiente cuestión: el modelo RME nos sirve de ejemplo y de guía a la hora de formar a los nuevos profesionales de la salud. Si la tendencia actual de la Medicina (y la Odontología, la Enfermería y la Fisioterapia) es converger hacia un modelo de prevención, promoción y asistencia sanitaria de cooperación (modelo de relación adulto-adulto); no podemos pretender seguir formando a profesionales de la salud en base a modelos distintos y anacrónicos (paternalismo, despotismo –ya fuese ilustrado o falto de luces-, contrato de medios).

Está en todos nosotros el adaptar nuestra labor y nuestro enfoque, como alumnos y como docentes, para que las nuevas generaciones de profesionales de la salud posean la mayor calidad científica y humana posible, en base al desarrollo de todo su potencial…

… O lo que es lo mismo, eso de lo que tanto se vanaglorian las universidades públicas (más bien, sus gerifaltes) y que, muchas veces, poco o nada tiene que ver con la realidad: la excelencia profesional.

Meditemos el asunto.

Colaboración

... Ultimamente con lo poco que escribo, no debéis estar muy contentos, a ver si me pongo las pilas o mejor dicho, a ver si le doy a las teclas. Mientras tanto, os dejo con una colaboración de un próximo doctor. Gracias, Jesús.

lunes, marzo 03, 2008

Falta de médicos en el mundo

+ Las diferencias norte-sur o este-oeste sí que son dramáticas. ¿Lloramos por un ojo?.

El mundo sufre un déficit de cuatro millones de médicos y enfermeras.La OMS intenta que los países ricos no 'roben' profesionales a los pobres (El País, 3-3-08).