jueves, junio 14, 2007

Privatización para todos

Hace casi dos años, en la navidad de 2005, fue cuando los analistas empezaron a echarnos las culpas de la falta de médicos, supuesta o real. Hay falta de médicos y las Facultades de Medicina siguen ancladas en un sistema de numerus clausus obsoleto, que no permite adaptarse a las necesidades. Curiosamente, hasta entonces, nadie había detectado el problema de la falta de médicos. Lo lógico es que tal problema hubiera sido detectado seis años antes. Y de la misma manera que, desde hace dos años, las Facultades de Medicina de España han aumentado sus cifras de admisión de alumnos (un 15% en total en todas las Universidades Públicas de España, un 50% sólo en Murcia), entonces hubiéramos podido poner solución. Las necesidades se planifican en tiempo y forma y las soluciones se ponen en marcha, también con tiempo suficiente. Ahora, sin tiempo a reaccionar se nos niega la evidencia y se quiere optar por crear una nueva Facultad desde cero que, desde luego, tampoco soluciona el problema. Por eso, y ante las últimas manifestaciones de responsables de la sanidad, de la política y de la economía regional, que quede claro que:

1. Tal medida significa, en esencia, que se opta por romper el consenso nacional en torno a los numerus clausus. Recordemos que este sistema se implantó precisamente para evitar la vergüenza de tener más de 20.000 licenciados en Medicina en paro. Situación que sólo se solucionó hace unos pocos años. La liberalización de los numerus clausus, como reclama el Consejero de Sanidad del Gobierno valenciano y parecen querer nuestros responsables políticos, podría llevar a consecuencias nefastas. Porque, con el numerus clausus sujeto a la decisión autonómica, cada uno formará los médicos que crea conveniente, según sus propios análisis. Se les olvida mencionar que luego deberán impedir que esos médicos se vayan a Portugal o a Inglaterra o a donde quieran. También deberán asegurarse que todos se quedan aquí una vez examinados de la prueba MIR, y en las especialidades que se necesite, y que no se van a la región vecina, donde tal vez cobren más o les ofrezcan mejores condiciones o, vaya usted a saber, donde haga menos calor.


2. Esa medida también significa la eliminación del sistema de acceso selectivo a la Universidad que, en el caso de Medicina, ha producido sin dudar los mejores profesionales posibles, con porcentajes de abandono académico irrisorios, por no decir inexistentes. Un sistema que, nada es perfecto ya se sabe, asegura que sólo los mejores estudiantes acceden a los estudios más demandados. En igualdad de condiciones, exclusivamente por méritos académicos. La creación de una nueva Facultad de Medicina privada, no sujeta ni al numerus clausus ni a la entrada por méritos académicos, rompe absolutamente la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos, además de preparar el terreno para la pérdida de calidad a largo plazo del sistema sanitario.


Así que quítense las caretas. Dejen de jugar al debate y a los argumentos. Díganlo a las claras.


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